¿Cómo está siendo nuestra gestión emocional en estos meses de pandemia?

Desde marzo de 2020 estamos viviendo a nivel mundial una situación de excepción, una crisis de salud causada por la pandemia de la COVID-19. En estas líneas querría compartir con vosotros algunas reflexiones que me hago en torno a cómo gestionar las emociones durante la pandemia.

Cuidado emocional

En los procesos de coaching con clientes a los que acompaño me han ocurrido en muchas ocasiones estos últimos meses situaciones parecidas a la siguiente:

“Al comienzo del confinamiento llevaba bien la situación, durante las primeras semanas hasta me alegré de poder disponer de más tiempo para estar con mi familia, para no tener que hacer tantas cosas. Pero después han ido pasando los meses y cada vez estoy llevando peor la situación.

Han venido muchos cambios en la vida, y me doy cuenta de que he cambiado. Antes de la pandemia llegaba a la oficina y derrochaba energía, todos me decían que estaba a tope ya desde por la mañana, deseando hacer cosas, pero ahora observo que estoy más apática, no tengo ganas de ofrecerme voluntaria para hacer cosas, me falta la fuerza que tenía antes.

Los demás no lo notan, ni mi jefe, (su feedback sigue siendo muy bueno), ni mis compañeros. Pero yo noto que tengo menos ganas y no me gusta, no quiero estar así, quiero volver a ser la que era antes”.

El autocuidado emocional durante la pandemia

¿Cómo de familiares nos resultan estos pensamientos?

Es importante tomar conciencia de esto y pararnos a observar cómo nos sentimos, cómo nos encontramos ante las situaciones.

Ese “pararnos” nos permite aumentar nuestro autoconocimiento, escuchando nuestro cuerpo e identificando nuestras emociones, sean de miedo, enfado, cansancio, frustración, ansiedad, etc.

El auto-cuidado

Ahora bien, más allá de pararnos, observarnos y escuchar nuestro cuerpo:

¿Qué voy a hacer con lo que observo?

Sabemos, además, que no es lo mismo gestionar el cambio cuando yo he elegido ese cambio que cuando nos ha venido impuesto desde fuera, como ha sido en el caso de la pandemia.

Aun así, las fases de ese proceso de “pérdida”, (en este caso de “pérdida de control sobre la situación”) son comparables a las fases de un proceso de duelo, (negación, rabia, negociación/culpa, tristeza y aceptación).

Si por ejemplo identificamos este pensamiento: “Mi cuerpo me dice que estoy cansada, que estoy triste, pero yo no quiero estar así”, ¿qué reflexiones podemos hacer para gestionarlo?

  • ¿Cuál es el nivel de autoexigencia que me impongo a mí misma/o?
  • ¿Cuánto escucho a mi cuerpo y me permito relajarme?
  • ¿Cómo me demuestro que me cuido?
  • ¿Qué cosas son realmente importantes para mí en este momento y dónde quiero centrar mis energías?
  • Quizás ahora mi cuerpo me esté pidiendo centrarme más en mí, en lo esencial para mí, en lo que me llena de energía, de amor y de fuerza.
  • ¿Qué pasa realmente si no soy tan productiva/o?
  • ¿Cuánto estoy dispuesta/o a bajar mi nivel de exigencia y no estar al 100%?

El cuidado emocional de las personas de mi equipo

En esta situación de pandemia, además de tomar conciencia de nuestras emociones es interesante pararnos a comprender también las emociones de las personas que forman parte de nuestro equipo.

Como líderes tenemos la responsabilidad de facilitar y acompañar a nuestros colaboradores en su situación emocional, no sólo profesional. Podemos observar que hay personas que son más vulnerables a nivel físico y la situación les ha afectado a nivel de salud y en otros casos también han de afrontar situaciones de pérdida de seres queridos y el duelo que eso conlleva.

Por otro lado, también hay personas que son más vulnerables a nivel emocional en esta situación y que están sufriendo las consecuencias en mayor o menor medida con aumentos de miedos, fobias, ansiedades, trastornos, etc.

Me gustaría compartir una reflexión que me transmitió hace tiempo mi mentora, Marta Williams, considerada por muchos como la madre del coaching ejecutivo en España, allá por los años 80, y con la que tengo la suerte de trabajar. Ella dice, parafraseando a Peter Drucker: “Los buenos líderes son como esponjas. Tienen la capacidad de absorber incertidumbre para que los demás puedan trabajar”.

Si reflexionamos sobre la necesidad del autocuidado, no sólo de nosotros mismos, sino también de las personas que forman nuestros equipos, podemos cuestionarnos:

  • ¿Cómo se siente realmente cada una de las personas de mi equipo?
  • ¿Qué puedo hacer para acompañarle en esta situación?
  • ¿Qué nivel de cuidado quiero darle a cada uno en esa situación?
  • ¿Cómo puedo darles más certidumbre en la situación actual?
  • ¿Qué nivel de productividad quiero en mi equipo ahora? ¿Cuánto estoy dispuesto/a a relajar la exigencia con mi equipo?

7 herramientas para una gestión emocional durante la pandemia

1. Expresa cómo te sientes

Exteriorizar tus emociones y sentimientos con alguien de confianza o bien escribe en un diario lo que sientes, de forma que lo exteriorices y expreses como más te ayude.

A ser posible comparte tiempo con personas positivas, de ésas que suben tu energía, (yo las llamo “personas nutricias”).
Pide ayuda si lo necesitas. Sentirte escuchado favorece tener el ánimo alto.

2. Plantéate retos que te motiven y que dependan de ti

Hablando de gestión del cambio céntrate en lo que sí puedes controlar, en lo que sí depende de ti, (minimizando la incertidumbre general). De esta forma eres protagonista del proceso, cambias tu rol y no eres víctima de la situación.

3. Pon el foco en lo positivo y en el agradecimiento

Puedes enfocarte en lo que lo que tienes y no en lo que te falta.

Al finalizar el día haz una lista con al menos 5 cosas por las que puedes sentirte agradecido de ese día. No hace falta que sean grandes hazañas, puede ser desde una conversación con un ser querido, hasta un paseo o un buen desayuno.

Registrar lo positivo hace que enfoques tu atención hacia eso.

4. Practica el humor

Disfruta de comedias, monólogos. La risa es un buen antídoto en estas situaciones ya que libera dopamina en el cerebro y limita la producción del cortisol (que es la hormona responsable del estrés).

5. Ayuda a los demás

Dedica tiempo a actividades solidarias, como por ejemplo hablar por teléfono con personas mayores, llevar comida a vecinos que lo necesiten, etc. Cuando trabajas tu altruismo mejora tu nivel de bienestar, te sientes mejor contigo misma.

6. Aumenta los estímulos positivos y limita los negativos

• Decide cuánto tiempo máximo al día vas a escuchar noticias o cifras sobre la pandemia, por ejemplo.
• Elige leer libros, revistas, o ver películas o TV de temas que te resulten positivos, emocionalmente agradables.

7. Practica hábitos saludables

Toma comida sana, haz deporte de forma frecuente y practica la meditación diaria.

Plan de acción para el cuidado emocional durante la pandemia

Te propongo que cojas boli y papel y escribas dos ideas que hayas elegido para llevar a cabo en el próximo mes:

¿Qué vas a hacer los próximos días para cuidarte más?
Como líder y para mejorar las fortalezas de trabajo en equipo, ¿Qué vas a hacer con las personas de tu equipo en los próximos días para fomentar su bienestar y cuidado?

Noelia Bermúdez Mayoral
Coach Certificado Senior AECOP
CS159


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Escrito por Josepe Garcia
Creador del programa Vivir del Coaching

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