Rafa Nadal es un ejemplo de superación, ¿te has preguntado cómo es el modelo de Nadal para conseguir ser un líder? La vida de Rafael Nadal nos permite entender uno de los mejores modelos de liderazgo. En muchos cursos de coaching empresarial, se comprueba que es muy importante contar con un modelo eficaz para ser un buen líder.
Este artículo de desarrollo humano de Francisco Blanes Monllor, coach Ejecutivo por AECOP, nos presenta las principales ideas para saber cómo entender el mundo de un líder como Nadal.
Me gusta comparar el juego del tenis con el mundo empresarial, o incluso con la vida misma ya que hay evidentes paralelismos que nos pueden servir de aprendizaje. Porque la verdad es que cuando juega Nada es un momento para aprender.
El aspecto primordial es que el jugador está solo en la pista. Puede haber preparado concienzudamente el partido con su equipo, pero en el devenir del partido, está solo en la cancha para decidir qué hacer en cada momento y eso es una responsabilidad que solo él puede tomar.
Un directivo también está solo ante las decisiones que tiene que tomar en el día a día, puede consultar a su equipo, puede escuchar sus opiniones y enriquecerse con ellas, pero al final, solo le corresponde a él decidir qué hacer en cada caso y en eso está absolutamente solo… Es lo que llamo “la soledad del poder”.
Otro aspecto en el que también se puede encontrar un paralelismo con respecto al mundo empresarial es todo lo que rodea al tenista, por ejemplo, la pista en donde se va a desarrollar el partido, no siempre es la que al jugador es más competente, pero sin embargo, como en el mundo empresarial hay directivos, en este caso jugadores, que se preparan para ser mejores en aquellos aspectos que descubren que necesitan desarrollarse.
Y qué decir de los imprevistos, la meteorología o el público, que pueden aparecer en cualquier momento del partido y tener la capacidad de desequilibrar el mismo si no eres capaz de mantener la concentración en el aquí y ahora.
En el mundo empresarial también hay factores que en un momento determinado pueden aparecer y tener la potestad de “hacerte ir del partido” como las crisis, los comportamientos del consumidor, las exigencias del cliente, etc.
Modelo Rafa Nadal
Sin embargo, lo que resulta más curioso es que en el tenis, al igual que en la vida profesional, hay una reglas del juego que hay que respetar y que rigen el propio juego. Ante estas reglas, es digno de observar de una forma pormenorizada 2 aspectos:
- Cómo se comportan los jugadores o los directivos.
- Qué actitud se tiene ante ellas.
En el primero de los aspectos que se refiere a cómo nos comportamos ante lo que podríamos denominar “las Reglas”, podemos observar la diferencia entre los buenos jugadores y los excelentes jugadores. Estos últimos apenas si necesitan de la actuación de los árbitros, ya que esas reglas son respetadas por ellos desde la aceptación y no desde la sumisión, lo mismo podríamos decir de los directivos, en la medida que reconocen y aceptan las reglas que rigen la actividad empresarial, y son capaces de moverse dentro de lo éticamente aceptable.
Por este motivo existen diferencias de planteamiento entre el que juega para ganar y el que gana a base de jugar bien.
El que juega para ganar estará dispuesto a todo con tal de ganar, incluso a saltarse las reglas que rigen el juego, mientras que el que gana a base de jugar bien, le sirve la propia superación desde el reconocimiento de las áreas en donde puedes mejorar, siempre respetando las reglas del juego.
En el segundo de las casos, que está referido a la actitud, observamos a tenistas que disfrutan del juego y tenistas que se enfadan en el juego, al igual que hay directivos que se dejan el disfrute en casa cuando van al trabajo, adoptando una actitud de “luchador” que no entiende que en el trabajo existan huecos donde poder disfrutar, por eso suelo decir que un directivo coge su “raqueta” como se coge a la vida, hay quien la estrella contra el suelo en un momento de ira, o incluso aquel que la mira después de un error como quien busca un culpable externo a su error, y sin embargo, otros la miman, la respetan y la consideran como el medio con el que recorren la vida. Observaremos que Rafa Nadal cuida y trata con mimo a sus raquetas. Jamás las estrella contra el suelo y cuando se acerca a su banco en los descansos de los partidos, siempre trata a su raqueta de la mejor de las maneras.
Equipo de Rafa Nadal
El último de estos paralelismos, pero no el menos importante es el equipo. Un jugador de tenis se rodea de un equipo en el que confía plenamente. Este equipo se ocupa de cosas esenciales, que a él le permiten estar en su juego. Ese equipo se encarga de crearle una atmósfera de tranquilidad, que le transmite seguridad para concentrarse en trabajar la incertidumbre del partido, y él deposita en ellos su plena confianza.
Las 5 Disposiciones del líder
Si observamos a Rafa Nadal jugando al tenis, podremos deducir las disposiciones que le han ayudado a ir recorriendo el camino en el mundo del tenis. Estas disposiciones son perfectamente extrapolables al mundo empresarial y pueden ser una referencia en cuanto al comportamiento del directivo.
La 1ª de las disposiciones es la DETERMINACIÓN. Es la disposición que sostiene nuestro poder y fuerza de voluntad. Nos concentramos en nuestra meta, nos dedicamos a lo que consideramos valioso, somos capaces de hacer realidad nuestros sueños, marchamos hacia delante sin que nada nos detenga. No se trata de ilusiones, que las hay, se trata de qué es lo que yo quiero hacer en la vida y cuan convencido estoy yo de ello.
Decía Toni Nadal, su entrenador, que una de las primeras cosas que aprendió en la vida es a conjugar el verbo aguantarse (yo me aguanto, tu te aguantas, el se aguanta …). Esta actitud tiene que ver con sostenerse, con encontrar una razón por la que merezca la pena luchar. Aguantarse no tiene que ver con resignarse, tiene que ver más con encontrar una razón por la merezca la pena aguantar los temporales que tengan que venir, ya que existe un motivo que a uno le hace ser fuerte ante las situaciones adversas.
Por eso Rafa Nadal dice que “hay que disfrutar sufriendo” y eso lo puedes hacer solo si hay una razón u objetivo superior que le da un sentido a lo que en el momento estés pasando.
Recuerdo una ocasión en el que un directivo, ante una situación delicada, dudaba a la hora de tomar la decisión oportuna, se preguntaba: ¿Producirá el efecto deseado? … al no encontrar una respuesta ciertamente satisfactoria, entraba en duda y se bloqueaba.
El líder ante la misma situación, por supuesto que también duda, nadie está exento de ello, pero la diferencia es que éste, a diferencia del anterior, no se fija en el resultado (¿acertaré?), se fija en lo que él quiere hacer en esa situación, busca el mejor “golpe” de tenis que tiene dentro de él para esa situación del “partido” que en ese momento está viviendo, y ahí es donde encuentra la respuesta y su fuerza… ¿es garantía de éxito?, se preguntarán algunos, ¡NO! Pero eso es lo mejor que él sabe y puede hacer en esa situación y en ese momento.
El secreto de ello está en convertir la “Gran expectativa” la “Megameta”, en algo alcanzable, y que consiguiendo ello, pueda acercarme más a lo que uno quiere para sí.
La gran meta para Rafa Nadal puede que fuera conseguir ser el nº 1 de la ATP, pero su DETERMINACIÓN le permitió transformar esa meta en simplemente ganar cada uno de los partidos que jugara, y para eso quizás tendría que ganar los juegos que disputara y quizás para ello, tendría que limitarse a hacer algo muy sencillo que es… devolver todas y cada una de las pelotas, si es preciso, dejándose el alma en ello… Porque solo devolviendo todas y cada una de las pelotas, puedo tener la oportunidad de ganar los puntos necesarios para ganar el juego y con ello y solo así… quizás pueda llegar a ser nº 1 de la ATP.
Dicen que quien se obsesiona en cultivar algo, cría y alimenta a su contrario.
Por supuesto que la DETERMINACIÓN tiene su lado oscuro, este tiene que ver con la “necesidad de control” es entonces cuando aparecen la OBSTINACIÓN, la INTRANSIGENCIA o la TOZUDEZ.
Todo objetivo en la vida tiene que ser convenientemente redefinido a lo largo de la misma y el no ser capaz de escuchar esas señales (vital saber escuchar), hacen que corras el peligro de estrellarte, cual piloto que no hace caso a las señales de advertencia del radar… como aquel directivo que se empeñaba en mantener la cuenta de explotación aun cuando la planta productiva se había incendiado.
Llegamos a la segunda de las disposiciones es la ESTABILIDAD, me refiero con ello a la capacidad de pisar fuerte, creando un terreno seguro para mantenerse en lo que uno quiere para sí en el aquí y ahora.
Hay muchos directivos que su existencia gira entorno al “resultado”, si existen buenos resultados, se sienten ganadores, pero cuando estos no vienen se encuentran sin respuestas y esa situación les lleva al autoritarismo. Sin embargo el líder no está orientado exclusivamente al resultado. Está orientado al aquí y al ahora, porque haciendo eso sabe que está en el camino de conseguir lo que quiere.
Para ello cultiva el equilibrio, la concentración, la constancia, el paso a paso, no perdiendo de vista sus valores y lo que quiere conseguir para sí (indispensables los ejercicios de valores).
Un directivo que está orientado al resultado hará cualquier cosa con tal de conseguirlo y si puede por la vía rápida, mejor. Sin embargo un líder irá paso a paso y de una forma constante consiguiendo pequeñas metas en el aquí y ahora, que consoliden su organización, no renunciando jamás a quien es. Aceptará -que no se resignará- lo que le pase y sacará un aprendizaje de ello que le ayude a ser mejor para conseguir lo que quiere para sí. Será capaz de leer lo que le suceda en clave de aprendizaje, ya que entenderá que la vida le pone delante las cosas para que tenga la oportunidad de aprender de ellas.
Rafa Nadal puede encontrarse en situaciones en las que no desarrolla el mejor de sus juegos, pero acepta la situación y es capaz de “aguantar el chaparrón” defendiendo todas y cada una de las bolas… No siempre se está en disposición de atacar en el tenis, también se tiene uno que saber defender y el primer paso de la defensa es aceptar la situación en la que estás (que no resignarte), si no lo aceptas, estás perdido porque eres incapaz de encontrar respuestas que te ayuden a salir de la situación en la que te encuentras.
Por supuesto que también la ESTABILIDAD tiene su lado oscuro y este no es más que la INSEGURIDAD. Esta tiene que ver con empeñarse en seguir haciendo algo que no funciona… Si quieres un resultado distinto, haz cosas distintas, suelo decir. Hay directivos que se empeñan en aplicar fórmulas y recetas que en su día dieron buenos resultados, pero que en el contexto actual, son totalmente anacrónicas, simplemente porque se quieren seguir moviendo en lo conocido.
La tercera de las disposiciones tiene que ver con la APERTURA. Podemos denominar la APERTURA como la capacidad de estar disponible para aprender de todo lo que te sucede a lo largo de tu existencia.
Se dice que Federer ha hecho bueno a Nadal porque le ha mostrado en qué aspectos tenía la necesidad de aprender y mejorar.
Jugaba excelentemente bien en tierra batida, pero en hierba o en pistas rápidas necesitaba mejorar su juego.
Para que eso suceda tiene que existir la voluntad inequívoca de aprender y eso requiere humildad para reconocerlo y voluntad de experimentar dejando de lado lo conocido. Los que juegan con Nadal admiran de él su capacidad de mejorar continuamente todo, incluso después de haber llegado a lo más alto en el tenis mundial.
En el mundo directivo si alguien quiere convertirse en líder, tiene que estar en una continua disposición de aprendizaje y eso requiere en primer lugar la humildad de reconocer que hay algo mejor que se necesita descubrir, para a continuación, voluntad de experimentar en lo desconocido.
Toni Nadal con respecto a la humildad, siempre sostiene que “si te crees especial por pasar una pelota por encima de una red, sería tan tonto como sentirse especial por jugar bien al escondite”.
Sin embargo, una excesiva APERTURA se está incondicionalmente disponible para los otros con un deseo desesperado de reconocimiento y aprobación. Este exceso puede bloquear el pedir además de recibir apoyo y afecto de los demás, haciéndote perder la esencia de quien eres para convertirte en lo que otros desean que seas, como cuando un directivo con tal de agradar a un buen jefe, acepta cualquier cosa que este le pida.
Cuando la Apertura es escasa es casi imposible trabajar en equipo o establecer una relación duradera y de confianza con los demás. Suele ser el clásico directivo “sabelotodo” que siempre se considera más que suficiente para abordar cualquier frente.
La cuarta de las disposiciones es la FLEXIBILIDAD, entendiéndose como la disposición para navegar continuamente en los cambios accionando con agilidad. Autoriza a cometer errores, cambiar de parecer, preguntar en vez de responder, etc., tendiendo la capacidad de adaptarme a lo que me sucede. Un ejemplo: Año 2009, final de tenis de Indian Whels, ente Andy Murray y Rafa Nadal. Las condiciones climáticas eran desastrosas para el juego del tenis con un fuerte viento con rachas que llegaban a los 80 kms/h. Andy Murray jugó un partido con una disposición interior que la podríamos definir como ”Con este aire es imposible jugar”, mientras que Rafa Nadal aceptó ese hecho y fue lo suficientemente flexible como para encontrar el mejor juego que se pudiera adaptar a esas circunstancias. El resultado de esas actitudes se vio reflejado en el marcador: 6/1 – 6/2 favorable a Nadal.
Todo directivo en su camino hacia el liderazgo en equipo se va a encontrar con circunstancias que le dificulten su andadura; entornos cambiantes, jefes intolerantes o clientes exigentes, situaciones deficitarias, etc. La cuestión que mide su flexibilidad estriba en su capacidad de encarar esa situación y preguntarse cómo sacar lo mejor de sí en esas situaciones o, por el contrario, mostrarse como quien no se merece lo que le está pasando en esos momentos. La FLEXIBILIDAD tiene algo de método, pero sobre todo tiene mucho de intuición, de lo que llaman “saber leer el partido” y determinar qué hacer en cada momento.
Algunos directivos tienden a repetir aquellas fórmulas que en el pasado les dieron éxito, al igual que ante situaciones difíciles tienden a buscar “recetas” (método) que solucionen las situaciones, obviando que cada uno debe ser capaz de encontrar su propia respuesta y esta no va a venir si no eres capaz de “leer el partido”.
La Flexibilidad también tiene su lado oscuro ya que una excesiva Flexibilidad suele aparecer la OCIOSIDAD y la COBARDÍA ante situaciones difíciles. Hay una adicción por las cosas novedosas, se vive en sueños sin materializar nada concreto en la realidad. Suele ser el clásico directivo que ha ido a innumerables cursos y seminarios y sin embargo sigue sin variar un ápice de de lo esencial de su comportamiento.
Llegamos por fin a la quinta y última de las disposiciones. Cuando un líder cultiva la DETERMINACIÓN, teniendo claro que es lo que el quiere para sí, teniendo la suficiente ESTABILIDAD para saber paso a paso y con constancia lo que tiene que hacer, practicando la FLEXIBILIDAD como para saber amoldarse a las situaciones que va encontrando en el camino y estando con la suficiente APERTURA como para adoptar una disposición de aprendiz ante la vida… entonces y solo entonces, adquiere la última de las disposiciones, que es la disposición ZEN consistente en reflexión en la acción, pro-actividad en la dirección de una meta y alineación de su intuición con el mundo exterior. Un líder encuentra su sentido cuando, siendo el mismo y sabiendo lo que quiere para él, todo su hacer tiene una repercusión en aquellos con los que está.
Rafa Nadal ejemplo de superación
Un auténtico líder no busca un impacto en los demás, se limita a hacer lo que cree, porque eso es lo correcto para conseguir lo que quiere para sí y con ello se gana el respeto de los demás. Su actitud le permite ser capaz de enseñar a los demás a través de su ejemplo, por eso Rafa Nadal se ha convertido en un ejemplo de superación, de lucha y de sencillez que inspira a los demás.
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“El líder enseña más con su ser que con su hacer. La calidad de su silencio tiene más contenido que los largos discursos”
El Tao de los líderes
Autor: Francisco Blanes Monllor
CS49 – Coach Profesional Senior Certificado
Escrito por Josepe Garcia
Creador del programa Vivir del Coaching
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